CONOCE A LOS MIEMBROS DEL COMITÉ: LAURA PEH

Laura Peh es novelista y fundadora de Cinnamon Art Publishing. Reside entre Singapur y Londres y desde 2019, se dedica a coleccionar arte contemporáneo, con especial atención en obras que reflejan el compromiso social de Sudeste Asiático, Latinoamérica y Oriente Medio.

Es un placer darte la bienvenida a nuestro comité este año. ¿Qué es lo que más esperas de Swab Barcelona 2024?

Tengo muchas ganas de reencontrarme con la calidez de la comunidad artística de Barcelona. La oportunidad que ofrece de forjar relaciones con otros coleccionistas, galerías y profesionales del arte es muy gratificante. El año pasado, me impresionó descubrir galerías de una amplia diversidad de países tan lejanos como Brasil, Líbano y Argentina.

Con tu amplio trasfondo cultural, tu pasión se centra en el arte emergente del Sudeste Asiático, Latinoamérica y Oriente Medio. ¿Qué te atrae específicamente de las escenas artísticas en estas regiones?

Mi mayor interés es observar y descubrir  cómo está cambiando el mundo en el tiempo en que me ha tocado vivir. Pasé por varias etapas en mi vida, pero siento que realmente empecé a vivir a los 28 años. Esto coincidió con la pandemia de COVID-19, donde tuve la oportunidad de reevaluar mi vida y enfocar mi colección en prácticas artísticas que tienen un compromiso social. Esto me cambió la vida. Cuando me esforcé en cambiar mi estilo de vida y forma de pensar, empecé a ver el mundo de otra manera.

El mundo está cambiando a toda velocidad y ya hemos entrado en una era de desglobalización; una vuelta al proteccionismo y a un mundo cada vez menos conectado. Europa Occidental y los Estados Unidos ya no son las superpotencias de antes. Los fondos de inversión se están dedicando mucho a los mercados emergentes, donde muchos países del Sur Global han sido ignorados. Y suele ser en lugares donde existen conflictos, opresión y dificultades donde los artistas tienen las convicciones más firmes y los sentimientos más profundos y apasionados.

¿Ves alguna conexión o paralelismo entre el arte del Sudeste Asiático y el Latinoamericano, especialmente en términos de influencias culturales o temas artísticos?

Ambas regiones son, culturalmente, muy distintas, pero tienen un número similar de habitantes (alrededor de 668 millones), y cuentan con una gran riqueza de recursos, la agricultura y la mina son sus mayores comercios. Si lo pongo en términos simples los países dentro de Latinoamérica son como primos (donde predomina el Catolicismo y el español); mientras que los países del Sudeste Asiático son simples conocidos, comparten poco aparte de la proximidad geográfica.

Me tomo mi tiempo para estudiar la geografía e historia de cada país antes de visitarlo, y siempre me sorprende lo que me encuentro en persona. He notado que el arte contemporáneo que es conceptualmente maduro e impactante surge de México, Colombia, Guatemala, Perú, Indonesia, Filipinas, Myanmar y Tailandia.

¿Quiénes son los artistas emergentes que te gustaría ver destacar en la escena artística global?

Los artistas más talentosos de la generación actual  son aquellos que crean obras originales e inteligentes, comprensibles también para quienes no forman parte de su cultura y país. Para mencionar algunos menores de 38 años: Ting-Jung Chen (n. 1985, Taipéi. Vive en Viena), Sarah Choo Jing (n. 1990, Singapur), Sofía Hinojosa (n. 1992, México), Chalisée Naamani (n. 1995, París), y Marcos Kueh (n. 1995, Malasia. Vive en La Haya).

Con tu base en música y el auge actual del arte digital, ¿cómo ves la intersección entre la música y el arte contemporáneo?

El sonido forma parte de los medios del arte contemporáneo. Uno de los retos de un ser humano en constante evolución es empujarte a ti mismo continuamente y nunca sentirte cómodo donde estás. Esa es también la parte más difícil. Al igual que los compositores musicales, los mejores artistas no usan el sonido o el audio simplemente como un elemento decorativo o de acompañamiento. Entienden la complejidad de integrar el sonido en su trabajo para crear una experiencia original y emocional, como la ópera. Siento que si más artistas se interesaran en incorporar el sonido y dominaran su uso, sería transformador para el futuro del arte contemporáneo.