Solo Show 2024 – SWAB Barcelona Art Fair

SWAB PRESENTA EL SOLO SHOW PROGRAM

UN PROGRAMA COMISARIADO POR YIPEI LEE Y CARLA GIMENO JARIA

El proyecto Solo Show surge de la iniciativa de establecer una plataforma dedicada a los espacios independientes locales de Barcelona. Esta propuesta se erige como una exploración en torno a la identidad propia y a nuevas modalidades de trabajo desde la perspectiva colectiva en la presentación de exposiciones individuales. En colaboración con la Fundació Vila Casas, este proyecto no solo tiene como objetivo impulsar el talento local, sino también el de nuevas figuras emergentes en el ámbito del comisariado.

“The blue color of my sky”

En esta edición, el proyecto se ha expandido más allá, buscando establecer un diálogo e internacionalización de las propuestas locales con la participación de un territorio y comisario invitados. En este caso, la ciudad de Taipei ha sido invitada, entablando un diálogo con Barcelona a través de 8 propuestas, 4 de cada territorio, bajo la curaduría de Yipei Lee (Taipei) y Carla Jaria (Barcelona).

Bajo el sugestivo título «El color azul de mi cielo», se plantea un concepto que explora los medios de comunicación y los textos sociales desde la perspectiva de la «Redistribución», lo cual implica una reinterpretación del lenguaje conocido. La integración de factores económicos, sociales, políticos y culturales genera una correlación directa que conduce a la deconstrucción del texto y a la «redefinición de la practicidad» en aras del pensamiento artístico. En este proceso de deconstrucción del texto, se verán involucrados juicios de valor, perspectivas de visión y niveles de intimidad en la interacción.

Las 8 propuestas han planteado una reflexión en torno a la noción de identidad colectiva, haciendo uso de materiales, narrativas y escenarios cotidianos. Lxs artistxs generan dislocaciones visuales y conceptuales en torno a la cotidianidad del cuerpo, la arquitectura y el paisaje. El filósofo alemán Björn Kraus, desarrollador de la epistemología constructivista, define el mundo vital como la construcción subjetiva de la realidad que una persona forma bajo las condiciones de su entorno vital.

Asimismo, al generar diálogos entre ambos territorios sobre nociones nucleares de preocupaciones compartidas, los artistas presentan intersecciones sobre los medios y la lógica de las acciones estandarizadas –Toni Crabb y Fu Wan-Ting–, la representación de la cotidianidad a través del cuerpo –Fabià Claramunt y Ho Chan–, los sistemas de organización –Estanis Comella y Kuo-Wei Lin– o la construcción de la historia y de los relatos contemporáneos a partir de la imagen –Oscar Holloway y Wu Chan-Lun–.

Una muestra artística colectiva es como una pausa en el espacio-tiempo; una heterotopía, como introduciría Michel Focault en 1968 para referirse a aquellos espacios, físicos o mentales, que funcionan en condiciones no-hegemónicas: son mundos dentro de otros mundos o incluso contraespacios que reflejan y a la vez alteran lo que está fuera. Uno de los principios de la heterotopía, precisamente, es el de la desviación, que apela aquellos comportamientos individuales distintos a los establecidos por la norma. Explorando la noción de “Distribución” y de “Desviación”, este programa comisariado dentro de SWAB, plantea la posibilidad de cuestionar y desfigurar el tejido de afirmaciones y lógicas incrustadas en nuestro cuerpo social.

En definitiva, «The blue color of my sky» explora cómo artistas de Taipei y Barcelona transforman su conocimiento de los medios y las imágenes, rompen los patrones narrativos convencionales y construyen mutuamente un Mundo Vital con sus propias prácticas perceptivas, ya que forman parte del proceso de modernización. Al mirar de cerca las obras de arte, el peso del soporte, la composición de los objetos y la luz del material desencadenarán la profundidad de nuestra sensación. En otras palabras, los Mundos Vitales de los artistas catalanes y taiwaneses no sólo permiten al público reflexionar sobre el símbolo y la estructura que hay detrás de las obras, sino que también nos permiten ver el valor independiente del lenguaje del arte y su colisión con el futuro.